En 1985 nació un grupo de jóvenes que trabajaban en la Parroquia de los Santos Juanes de Catral con una inquietud: dar a conocer lo que ellos estaban experimentando en su parróquia, desde la catequesis y el coro.
Maduraron y quisieron formar un grupo misionero cuya intención era evangelizar y vivir las obras de misericordia. No solamente en su entorno sino también ayundando a los pobres y más desfavorecidos.
A partir de ahí comenzaron en este proyecto misionero creando campañas, obras benéficas, proyectos, encuentros, pequeñas obras de teatro, rastrillos, mercadillos, talleres, cursos de formación misionera…con la intención de recaudar fondos para poder llevar a cabo sus proyectos.
En la actualidad somos una asociación pública de fieles que ha llevado a cabo numerosos proyectos y obras que han ayudado y están ayudando a personas desfavorecidas en diferentes países pero también en nuestra comunidad.
Bienvenido a este rinconcito misionero, que desde nuestra pequeñez queremos dar a conocer a Jesús: Que es el camino a la verdad y la vida. ¿Lo quieres conocer?
El grupo de Misiones de Catral tiene una historia y un funcionamiento que supera los 20 años en la fecha de la presentación oficial de sus Estatutos.
Nació en el seno de la Parroquia de los Santos Juanes de Catral, con vocación parroquial, es decir, eclesial y, por tanto, catolica, tanto en su acción de pertenencia eclesial como en la de servicio universal, allí donde alguien necesite de su ayuda.
Jóvenes, adultos y niños. Tanto antes como ahora se convoca espontáneamente alrededor de una vocación común muy sentida y arraigada: apoyar la misión «ad gentes» realizada por los misioneros y misioneras de nuestra tierra alicantina o de cualquier procedencia, instituto misionero o diocesano.
Apoyo concretizado en la oración y el sacrificio cristiano a favor de la obra de evangelización que ellos realizan entre los que desconocen a Jesucristo. Conscientes del imperativo del Señor Jesús, «Id a todas las gentes y anunciad el evangelio» (Mc 16,15). Los medios espirituales son el resultado de la inquietud que estas palabras del Maestro divino procede a sus corazones como la mejor contribución de sus vidas a la obra misionera de la Iglesia católica, concretizada en la Iglesia Local, o diocesana, siempre amada y a la que ofrece la pequeña ofrenda de su disponibilidad obediente y de servicio amoroso.
Apoyo misionero concretizado también en la disponibilidad de sus miembros para la experiencia temporal en el servicio de la misión, y el fomento de la vocación misionera en aquellos que se han sentido llamados por el Señor Jesús.

Exposición de trabajos manuales. A la derecha D. Francisco Obispo de de la Diócesis Orihuela Alicante
Apoyo también manifestado en todo este tiempo en becas de formación de los candidatos tanto de los institutos misioneros como de los seminarios de tierra de misión. Asimismo, de apoyo logístico de cuantos misioneros y misioneras vienen a nuestra diócesis para la animación misionera, en colaboración con el Secretariado Diocesano de Misiones.
Apoyo, finalmente, expresado en la ayuda material y en la concienciación misionera de los jóvenes a través de cursos, convivencias, retiros…centrados en la realidad misionera.
Conscientes también y urgidos por las necesidades de los pobres, en nuestra pequeña historia hemos incidido sobretodo, por la prioridad de los problemas humanos, en recabar ayuda de fieles, amigos, instituciones y simpatizantes tanto en urgencias de las catástrofes naturales que han afectado a diversas poblaciones con envío de sueros, medicinas, alimentos, ropa, dinero…para paliar esas necesidades; como, asimismo, en campañas organizadas, tanto las que la misma iglesia organiza como las que espontáneamente hemos llevado a cabo.
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